El recorrido se realiza, hasta su punto final, por el Cordel del Puente de San Juan, una vía pecuaria amplia y muy bien conservada, por la que resulta muy cómodo caminar y que atraviesa bellos parajes serranos que constituyen un destacado refugio de avifauna. Esto invita a estar atento si se quiere avistar algún ejemplar de las numerosas especies de aves que residen en la zona como el busardo ratonero, el águila azor perdicera, el buitre leonado, el búho real, el herrerillo capuchino, la corneja negra, el avión roquero, el escribano montesino, la grajilla, el herrerillo común, el cuervo, el martín pescador común, la curruca cabecinegra, la gallineta común, el ánade real, la garza real, el somormujo lavanco, el zampullín común, el gorrión chillón, la focha común, la lavandera cascadeña, el rabilargo y el reyezuelo listado.
En verano es posible ver algún milano negro, aguilillas calzada, oropéndola o papamoscas cerrojillo. Mientras que en invierno también están presentes mosquiteros comunes, lúganos o cormoranes grandes.