La ruta comienza en la plaza San Ramón Nonato de Robledondo y sigue por la Solana del Ventisquero, el Puerto de Malagón, Embalse de El Tobar, Arroyo de El Tobar, Cuerda de la Nagradera, el arroyo de Majadahonda y vuelta a Robledondo. Es la zona donde se alcanzan cotas más altas de todo el término municipal (1500- 1600 m). Desde la pedanía de Robledondo recorreremos un humanizado y solitario paisaje de montaña, caracterizado por su austera vegetación y una aparente simplicidad de elementos que configuran, sin duda, uno de los paisajes más singulares de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, ofrece al paseante unas impresionantes vistas sobre las últimas sierras de Guadarrama y las primeras de Gredos. Un espectacular valle encañonado rodeado por magníficos canchales de gneis, alegres arroyos de limpias aguas y, sobre todo, nos producirán la sensación de adentrarnos en un rincón remoto, muy alejado de la influencia de lo urbano; algo realmente difícil en la Comunidad de Madrid.