Piedra Escrita de Cenicientos
Piedra Escrita de Cenicientos podría ser un santuario rural consagrado a Diana y también podría haber señalado la frontera oriental entre Lusitania y Citerior.
Es un megalito de casi 5 m de altura, interpretado por la profesora Canto como Sacellum o Santuario Rural consagrado a Diana, como lo prueban un antiguo epígrafe retocado y algunos paralelos. Podría haber señalado la frontera oriental entre Lusitania y Citerior. En la parte de atrás de la roca, observamos un tallado en forma de garra de oso, que puede o bien señalar la presencia de bosques sagrados o incluso mantener una simbología astral.
En sus alrededores, los arqueólogos han detectado la presencia de abundantes fragmentos de cerámica romana (terra sigilata). El catedrático de la Univ. de Berkeley R.C. Knapp experto epigrafista especializado en epigrafía romana de la Hispania central lo interpretó como un lugar convertido de peregrinación medieval, mostrando la «cristianización post-clásica», del relieve de un monumento romano con ninfas (para él las tres figuras son femeninas y representarían las Tres Marías), quizá del siglo II d.C. Debajo de las figuras hay un espacio raspado y a la izquierda parecen distinguirse los restos de letras latinas. Knapp pensó que el verdadero epígrafe romano estuvo en la zona inferior de la roca.
Según Canto, Piedra Escrita sería el último vestigio del territorio vetón y del convento emeritense, cuya divisoria pasaría unos kilómetros más al este de él. Esta señalización de una frontera teórica entre dos divisiones territoriales romanas basadas reforzaría la idea de la existencia de poblaciones indígenas diferenciadas a ojos romanos, previas a la conquista y romanización de estas tierras. A. Fuentes opina que el monumento sería la divisoria entre dos conventos.
El monumento en sí se trata de una gran piedra natural de granito, de forma trapezoidal, de unos 5 m de altura por 4 de ancho. En el centro de su cara norte, observamos una hornacina tallada vertical, dividida en tres espacios: una cabecera semicircular en forma de concha, una escena central donde figuran tres personajes en bajorrelieve, cuya talla se encuentra bastante desgastada y una parte inferior donde algunos autores suponen la existencia, hoy completamente desaparecida, de la inscripción epigráfica que solía acompañar a las manifestaciones romanas de este tipo. La profesora Canto hace la siguiente descripción de las figuras, a la luz del lamentable estado de conservación de las mismas: “La de la izquierda del Ara, vestida con ropas femeninas, tiene mayor volumen y prestancia que las otras dos, hacia las que ella mira. Parece llevar cubierta la cabeza por un velo y sujeta en su mano izquierda un Urceus, como derramando líquido sobre una pátera, que sostiene la figura que vemos a su derecha. Aún me parece posible distinguir otro objeto, rígido, que sostiene horizontalmente en su mano derecha, por delante del manto, de forma aproximadamente ovalada y compuesto de muchas borlas o cuentas. Las otras figuras están en el lado derecho del Ara. De estas dos, la de nuestra diestra es sin duda un varón togado, que, más que pasar su brazo derecho por el hombro de la figura central, está simplemente junto a ella, mientras con el izquierdo parece asirla por un brazo. En torno a su antebrazo y mano pende un objeto de extraña forma y borde inferior dentado, que quizá sea un sistro. La figura central, de ropaje mujeril, que semeja llevar también velo, alarga a su vez el brazo derecho hacia el altar, pareciendo sujetar, como dije, la pátera (parte de la cual se oculta tras el jarrito). En conjunto, me parecen un matrimonio que realiza un sacrificio en un altar y ante una diosa, que atiende a su ofrenda y ofrece a su vez una libación.”
Como llegar: Tomar la carretera M-544 en dirección a Almorox. Pasado el km 4 de la carretera, a 100 m y a la derecha se abre una pista cerrada al tráfico rodado por unos bloques de piedra. Dejar aquí el vehículo y seguir dicho camino unos 800 m hasta encontrar una verja. Abrir y entrar en la finca privada, atravesando el viñedo en dirección sur hasta que a la derecha veamos el monolito que contiene el bajorrelieve que se conoce como Piedra Escrita. No existe indicación, ni panel informativo alguno.
Coordenadas geográficas: Latitud: 40º 14′ 43.8″ N Longitud: 4º 26′ 33.79″ W
Cadalso de los Vidrios
El yacimiento de “La Mezquita” está compuesto por los restos de una iglesia de origen románico-mudéjar, con varias fases constructivas, así como por el cementerio aledaño, con tumbas que van desde la época medieval (S. XI-XII) en el exterior del templo, hasta la moderna en el interior, estas últimas con grabados masónicos en las cubiertas. Completan el conjunto los restos de una torre caída junto a los muros de la cabecera, así como la sacristía, parte del albañal o sistema de evacuación de aguas y un pórtico, documentados en excavaciones recientes.
Las excavaciones arqueológicas realizadas en la necrópolis han permitido documentar los diferentes momentos de uso del cementerio. La fase más antigua de época pleno medieval (S.XII-XIII), está representada por un conjunto de tumbas antropomorfas excavadas en la roca granítica; posteriormente aparecen inhumaciones en fosa simple, donde el cadáver estaría envuelto en un sudario e introducido en un ataúd de madera. La última etapa vendría representada por enterramientos intrusivos en las etapas anteriores, con osarios y gran diversidad de tipos de tumbas: fosas con cubierta granítica, de lajas y tumbas realizadas en adobe. Esta etapa estaría asociada a la última fase del edificio actual de la iglesia, probablemente correspondiente a la ampliación y construcción del ábside, sacristía y campanario, entre los siglos XV y XVI.
En los restos exhumados del edificio se observan los diversos tipos de fábrica utilizados en la construcción del templo, dependiendo de la etapa o reforma: desde ladrillo mudéjar a encofrados de cal y canto, pasando por mampuestos enfoscados y sillería labrada de granito para las esquinas y zócalos.
La necrópolis de origen visigodo alto medieval
Como llegar: Salimos de Cadalso de los Vidrios por la carretera M-507 dirección Villa del Prado, cuando llevamos recorridos unos 2Km. aproximadamente y poco antes de encontrar un desvío a mano derecha que indica Lancha la Osa, hay una pista a mano izquierda justo en el punto kilométrico 40 donde debemos entrar y junto a la primera curva a mano derecha y muy cerca de la carretera encontramos una tumba; la otra está a unos 50 mts. dirección noroeste en el centro de una explanada muy tapada por matojos. Esta segunda tiene a su lado una losa que bien podría ser su tapa.
COORDENADAS:
UTM WGS 84
40°17’32?N 4°24’50.3?W y 40°17’33.2?N 4°24’50.9?W
Tumba del rey moro, 3 tumbas de similares características a las del Valle del Tiétar y especialmente Cenicientos y San Martín de Valdeiglesias, de los siglos X-XI. Tumbas excavadas en la roca granítica y con forma de bañera. Este tipo de necrópolis son numerosas al sur del Sistema Central, relacionadas con pobladores procedentes de Castilla, vinculados a la ganadera trashumante, y que acudían para colonizar nuevas tierras con pastos.
Prado Porrilla, Gregorio el periodista y Media Legua consideradas como una misma necrópolis, la cronología que se le ha dado ha sido de los siglos XII y XIII, aplicándose a los pobladores de este momento estos ritos de enterramiento.
Fortificación y recinto amurallado romano-árabe de Peña Muñana
En el asentamiento conviven restos de cultura protohistórica, medieval y contemporánea que denuncian una pervivencia en el tiempo de la habitabilidad de la Peña, debido fundamentalmente a lo estratégico del emplazamiento. Este lugar era conocido desde antiguo por los vecinos de Cadalso, tal y como lo demuestran algunos documentos, ya desde el siglo XVIII, cuando se cita “Otra muralla al oriente en la Peña Muñana”.
Se trata de un poblado fortificado en la cima de un cerro de difícil acceso y marginal, que refleja la falta de control del estado andalusí sobre todos los enclaves defensivos. Tras los constantes enfrentamientos entre musulmanes y las tropas del rey Alfonso, estos huyeron a refugiarse a la Peña desde donde se hicieron fuertes y resistieron el asedio. De igual manera se ha señalado que tras este cambio hegemónico y cultural de Cadalso, la Peña siguió perteneciendo a gentes árabes, que continuaron allí como un asentamiento de tipo marginal.
Esta atalaya es, de todas, la que plantea una caminata más exigente, sólo apta para gente entrenada. Pero las vistas de que disfrutarán quienes alcancen la cima del cerro sin duda recompensarán el esfuerzo realizado. Para subir al cerro desde Cadalso, hay que tomar una vereda que nace al final de la calle de la Peña, donde se puede dejar el vehículo. La senda sube por la cara septentrional del cerro hasta llegar a una meseta situada entre los canchos graníticos de la cúspide. Aún se pueden reconocer los restos de un muro realizado “a hueso” – con las piedras sin trabar con argamasa – que unía los canchos entre sí rodeando la meseta. Dentro de ésta, se ven restos de antiguas edificaciones, todo ello perteneciente a un poblado que ocupó tan escarpado lugar en una época aún por determinar, aunque sin duda en un periodo en que la seguridad que ofrecía este emplazamiento dominante, compensaba las incomodidades que suponía subirlo.
Molino Árabe (Molinillo)
En la confluencia de los Arroyos del Moro y el Pinillo, se entiende no sólo como la estructura propia de molienda, sino también, unidas a ésta, el resto de estructuras necesarias para hacerlo funcionar como son la presa, el canal por donde discurre el agua, el cubo del molino y el cárcavo
Se trata de un molino hidráulico del tipo de cubo o bomba cuya energía proviene de las aguas del arroyo. Encauzada por una acequia desde una presa el agua caía a plomo desde una estructura en forma de torre llamada cubo. La velocidad de la corriente permitía el molido del grano. Las distintas partes que lo componen son la presa, el caz o acequia, la torre y el cárcavo.